(del lat. ridere: reír). Propiedad fisiológica y conductual exclusivamente humana. Movimiento de la boca y otras partes del rostro que demuestra alegría de una persona o grupo.
La risa representa una reacción contra la mecanicidad de la apariencia instalada en una situación. La expresión de risa es productora de goce emocional, de placer y además es catártica ya que, desde una perspectiva energética, opera como una evidente descarga o liberación de tensiones psicofísicas. Es integradora y positiva, provoca una de las manifestaciones primordiales (y muy poco considerada por los estudiosos) de la experiencia humana, al transformarse en fuente de renovación y distensión.
El mecanismo y la acción de la risa se producen como resultado de la experiencia de abrupta ruptura (inesperada o provocada), en la tensión creciente de una cadena de secuencias lógicas. En otras palabras, todo discurso tiene un desarrollo secuencial que exige determinada resolución; pero si ésta no se cumple, sucede la ruptura de la imagen esperada.
La risa es un instrumento agudo en la lucha político-social, permite poner en la picota a los opresores, ridiculizarlos y obtener la victoria moral sobre ellos.
El Movimiento Humanista en muchas de sus publicaciones y actividades sociales practica la ironía y la sátira para combatir al oscurantismo y la opresión, para defender la dignidad y las libertades humanas.
Así, los humanistas hemos repetido muchas veces, “…sabemos que la situación existencial y social es muy trágica y da para entristecerse y llorar, pero como llorar no nos gusta y no le vemos la utilidad, mientras vamos construyendo en otra dirección a la del sistema, tratamos de hacerlo con buen humor”.
Así, conviene aclarar que los humanistas nos podemos reír del sufrimiento y nunca lo hacemos de la persona que lo siente o lo vive.Nos podemos reír porque contamos con la certeza que es evitable y lo vemos como a una situación transitoria.
Por eso, nos diferenciamos de otras corrientes que con una falsa sensibilidad caen en un dramatismo explícito o encubierto que concluye afirmando el sufrimiento en cada persona.
Recordemos lo escrito por Silo:
“Yo, en todo sabio he visto a un niño que corretea en el mundo de las ideas y las cosas, que crea generosas y brillantes burbujas a las que él mismo hace estallar.En los chispeantes ojos de todo verdadero sabio he visto danzar hacia el futuro los pies ligeros de la alegría”.
La risa representa una reacción contra la mecanicidad de la apariencia instalada en una situación. La expresión de risa es productora de goce emocional, de placer y además es catártica ya que, desde una perspectiva energética, opera como una evidente descarga o liberación de tensiones psicofísicas. Es integradora y positiva, provoca una de las manifestaciones primordiales (y muy poco considerada por los estudiosos) de la experiencia humana, al transformarse en fuente de renovación y distensión.
El mecanismo y la acción de la risa se producen como resultado de la experiencia de abrupta ruptura (inesperada o provocada), en la tensión creciente de una cadena de secuencias lógicas. En otras palabras, todo discurso tiene un desarrollo secuencial que exige determinada resolución; pero si ésta no se cumple, sucede la ruptura de la imagen esperada.
La risa es un instrumento agudo en la lucha político-social, permite poner en la picota a los opresores, ridiculizarlos y obtener la victoria moral sobre ellos.
El Movimiento Humanista en muchas de sus publicaciones y actividades sociales practica la ironía y la sátira para combatir al oscurantismo y la opresión, para defender la dignidad y las libertades humanas.
Así, los humanistas hemos repetido muchas veces, “…sabemos que la situación existencial y social es muy trágica y da para entristecerse y llorar, pero como llorar no nos gusta y no le vemos la utilidad, mientras vamos construyendo en otra dirección a la del sistema, tratamos de hacerlo con buen humor”.
Así, conviene aclarar que los humanistas nos podemos reír del sufrimiento y nunca lo hacemos de la persona que lo siente o lo vive.Nos podemos reír porque contamos con la certeza que es evitable y lo vemos como a una situación transitoria.
Por eso, nos diferenciamos de otras corrientes que con una falsa sensibilidad caen en un dramatismo explícito o encubierto que concluye afirmando el sufrimiento en cada persona.
Recordemos lo escrito por Silo:
“Yo, en todo sabio he visto a un niño que corretea en el mundo de las ideas y las cosas, que crea generosas y brillantes burbujas a las que él mismo hace estallar.En los chispeantes ojos de todo verdadero sabio he visto danzar hacia el futuro los pies ligeros de la alegría”.
Link al Video
www.imaginatuvuelo.blogspot.com
0 comentarios:
Publicar un comentario
Habilita tu perfil en Blogger o comenta tildando la opcion anonimo.Gracias por comentar...